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TR31NTA Y UNO ( 2ª parte )

10/04/24

 

 

 

Pese a clavar la piernas en aquel gélido suelo, no fue suficiente ; la despiadada adolescencia iba a traspasar los límites habidos y por haber.

• ¿ Sabes ? Estaba pensando que, ya que estás así, podrías ladrar como un perro y nos entretienes un poco. Ya que hay tanta gente mirándote no podemos negarle el espectáculo.

• ¿ Como dices ? No puedes pedirme esto.

• Si hombre, y tanto que puedo, recuerda que has dicho que harías todo lo que quisiera para recuperar tu libreta.

Aquel deleznable y vejatorio acto, hizo que, la poca dignidad que te quedaba, fuera vilmente pisoteada bajo las carcajadas del resto de estudiantes. No tuviste más remedio que claudicar y pasar la mayor de las vergüenzas, todo por recuperar el bien más preciado.

• Ya has logrado lo que querías, ahora dámelo – decías mientras las lágrmas empapaban tu rostro.

Unos breves instantes en los que, a través del llanto pedías clemencia ;una piedad que, lejos de conseguirla, ahondó todavía más en la herida.El responsable de tal escarnio, abrió con sumo cuidado las hojas y tras una irónic sonrisa, los rompió en pedacitos pequeños.

• Toma tus jodidos dibujos, ahora aparte de hacer monigotes, te pùedes entretener a hacer puzzles también -.

Tu mundo se derrumbó como un castillo de arena mientras veías como minúsculos trozos de papel quedaban esparcidos por el suelo. Los asistentes al espectáculo se fueron disipando cada uno a sus respectivos quehaceres, no sin antes haber inmortalizado la escena. Por tu parte, tratabas de recuperar , aunque fueran rotod, todos tus bocetos. El resto del di, estuvo marcado nuevamente en tu persona y en como te arrodillaste como un leal siervo ; por suerte para ti, la jornada académica iba a terminar pronto y podrías refugiarte en tu trinchera ….. alejarte del mundo hasta el dia siguiente.

Una vez en el hogar, tuviste que dar explicaciones a tanto sollozo, buscando algo de consuelo a tanta indefensión. A pesar de llevar prácticament el peso de la casa, tu madre no iba a quedarse de brazos cruzados ante semejante acto.

• ¿ Qué ha ocurrido, y porqueé vienes con la mochila mojada ? -.

Con permiso del llanto, explicaste lo ocurrido ….. desde recoger la mochila del retrete, hasta tener que arrodillarte suplicando piedad. Obviaste el hecho de imitar a un can ante la sorna ajena ya que, no te sentías con fuerzassuficientes como para contarlo todo. Por una vez, tu madre hizo lo que se presuponía y mientras aminoraba el golpe, estaba dispuesta a llegar al final del asunto. Después de poner la otra mejilla en varias ocasiones, esa decisión por parte materna, arrobaja un poco de sentido común.

• No te preocupes, mañana mismo iré a hablar con tu tutor para que me explique lo sucedido -.

No albergabas muchas esperanzas pero al menos, habías conseguido una reacción a tanto calvario. La mañana siguiente se anrtojaba ajetreada con la sorpresiva visita materna al centro educativo y poner sobre la mesa lo acaecido. A falta de figura paterna, la madre, aunque un tanto descuidada, quería averiiguar todo lo pasado entorno a ti. 

Después de la jornada escolar y mientras la salida del centro se convertía en un sálvese quien pueda, tanto tu como tu progenitora caminabais con paso firme hacia el despacho del mandamás estudiantil. La reunión, como era previsible, estuvo marcada por los argumentos de una parte y el sorprendente estupor de la otra. Daba la sensanción, que el encargado de impartir justicia, se escudaba en su ignorancia.

• Ayer, mi hijo llegó llorando a casa y me explicó que lo humillaron públicamente sin que ustedes hicieran nada al respecto -.

• Desconocemos lo ocurrido, pero le aseguro que, aquí, no hay lugar para actos tan lamentables y en tal caso tomaremos las medidas oportunas. De todos modos, no creo que sea algo para preocuparse, ya sabe, son típicas bromas que se hacen entre ellos -.

No dabas crédito a lo que estabas oyendo, la humillación de la que fuiste víctima, era concebida como una simple broma. Tu madre, tampoco quedó muy satisfecha con esa explicación y quiso tirar más de la cuerda.

• En serio me está diciendo esto ? No solo permite que cosas así ocurran sino que además me dice que es una broma ¿ no es asi ? -.

Unos pocos segundos de cuces de miradas a tres bandas , dieron paso a una defensa a ultranzapara con el centro.

• En esta institución, no permitimos situaciones así y de tener conocimiento de algo parecido, créame que no quedan impunes -.Esa afirmación enfureció más a la mujer mientras bajabas la cabeza dejando clara tu impotencia

• Pues si es así como dice, haga lo que tenga que hacer porque no voy a permitir más esto -.

Un ultimatum que sirvió para que, , bajo la protección adulta, te convirtieras en dedo acusador, delatando al o a los responsables.

Una semana sin asistir al recinto…… ese fue el castigocon el que saldaron meses de bromas pesadas y ataques tanto contra ti como a tu entorno más cercano ; un tiempo, que aún considerándolo insuficiente, valió para que cogieras un poco de aire y aflojara la soga que te estaba asfixiando. Pero el tiempo pasaba rápido y tarde o temprano, tendrías que volver a hacer frente a la pesadilla.

El anauncio de que todo volvía a la cruel realidad, estuvo en los impolutos aseos del centro…… como cada mañana ibas a enjuagarte la cara y en una de las paredes , escrito en letras grandes , leías como se mentaba tanto a ti como al núcleo familiar y justo debajo un número de teléfono que se correspondía al tuyo. Pese a saber quien estaba detrás de todo ello, no podías responsabilizar a nadie puesto que no habías visto nada y cualquier acusación sería en vano. A los pocos instantes, comenzaste a recibir llamadas y mensajes de desconocidos ……. frases como » tu padre es un asqueroso borracho» : » todos los hombres de esta ciudad conocen a tu madre » ; » no vales para nada «, era lo que más podías leer y escuchar. Ya no solo te sentías acosado físicamente…. la tecnología también fue del escarnio al que te veías sometido en las redes sociales y aplicaciones de mensajería.

Tu rendimiento escolar, cada vez iba a peor,; el dia a dia , era un auténtico calvario ; ni siquiera refugiarte en tu particular santuario, era suficiente ya que, el teléfono, se había aliado con el malhechor y el disfraz que ofrecían las redes, hacían de las jornadas, un via crucis. Del mismo modo, los miedos e inseguridades, eran cada vez mayores, lo que se traducía en absentismo escolar si una razón de peso. Te daba auténtico pavor asistir a las obligaciones escolares ….. el pequeño se hacia más pequeño y el grande se transformaba en enorme.

El remedio era peor que la enfermedad, a pesar de acudir al instituto en días alternos, cuando te tocaba afrontar el problema, éste, se lo cobraba por partida doble. La desesperación, era cada vez mayor, te sentías al límite…… el fisico y sobretodo la mente estaban al borde del precipicio.  

La gota que colmó el vaso, la puso la asignatura de educación física ; debías mostrar tu endeble cuerpo tanto al empezar como al finalizar. Pero no fue hasta este último que no pasaste por una nueva humillación ….. quizás la peor de todas.