12/12/2020 Poseedor de la verdad más absoluta, plenamente conocedor del bien y del mal, librando…
El títere del veneno ( 2ª parte )
26/12/2020
El hecho de escuchar día si, día también los chascarrillos empresariales y que aquel secreto a voces, perdiera su inexistencia, era algo que causaba total indiferencia para ambos ; todo podía proseguir con total normalidad mientras no se sobrepasaran los límites entre lo personal y lo profesional. Consciente de ello, llevaste a rajatabla esa condición, exceptuando breves momentos en los que las miradas estaban fuera de su radio de acción.
Cómo aún permanecías bajo el resguardo paterno y materno, y viendo que la relación estaba cada vez más consolidada, los encuentros tenían lugar en el domicilio de tu 50% …. Precisamente esas 4 paredes, fueron testigo de la sinceridad más absoluta deshojando las respectivas margaritas, desnudando por completo lo sentimental, para dar paso a los instintos más primitivos y liberar toda la pasión acumulada durante meses.
Momentos después de haber apagado el fuego, te llegó otra sorpresa inesperada para ti ; la nicotina no era lo único que se alejaba en sus pulmones ….. una pícara sonrisa te dedicaba mientras ejercitaba los dedos pulgar e índice de ambas manos para fabricar un perfecto y sólido cigarro adornado con sus especias.
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¿ Quieres uno? – .
Vacilaste durante unos instantes al mismo tiempo que observabas como por su parte, estaba haciendo buen acopio de fabricación artesanal. Finalmente, aceptaste su generoso ofrecimiento, a fin de cuentas, tus labios ya habían saboreado previamente esas especias y no te resultaba demasiado novedoso.
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Hace tiempo que no lo hago esto, pero…… que demonios!!!! – .
El crucero ya había zarpado y poco a poco fue cogiendo una gran velocidad, haciendo que, esas citas esporádicas cuando el tiempo de cada uno lo permitía, se convirtieran en un ritual diario ; tus fieles comenzaban a notar que su particular líder estaba a punto de abdicar. Habías pasado de dibujar la hoja de ruta nocturna a emplear tus energías mentales en otros menesteres.
El desgaste no tan sólo repercutía en lo mental, la parte física también sufría sus consecuencias…… las horas de sueño atrasadas comenzaban a hacer mella. Religiosamente la siesta formaba parte de tu rutina vespertina y no estabas acostumbrado a ese cambio de hábitos en beneficio de tu flor. No obstante, la hiciste partícipe de tus » problemas» somnolientos.
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Estos días, en cuanto llegue a mi casa, me echaré una buena siesta, hace falta recuperar un poco el sueño – .
Su mirada no era precisamente de aprobación a tus argumentos, sin embargo, mostró su lado más comprensivo animándote a ir en busca de Morfeo.
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Me hubiera gustado más que te quedaras, pero entiendo lo que me dices – .
Todo marchaba a pedír de boca, una relación sin fisuras plagada de amor, respeto, comprensión……. no obstante, comenzaba a despertarse en ti la parte más sensitiva ; intuías que, incluso la mayor de las perfecciones, también tenía sus taras.
No tardó demasiado tiempo en volver a reclamar tu atención vespertina, algo que por tu parte, lejos de ignorarlo, aceptaste como un corderito sus peticiones a fin de evitar cualquier posible diferencia que pudiera dinamitar la balsa de aceite que se había formado. La estancia con tus padres cada vez se veía más reducida, daba la sensación de que eras un turista en tu propia casa , pero, a pesar de todo, tus ganas e ilusión , eran innegables.
Casi sin percatarte, te olvidaste de tu persona y lo centraste todo en atender las necesidades por mínimas que fueran, de tu compañera …. no demoraron demasiado en salir a flote los primeros resultados ; los constantes retrasos en tu jornada laboral, causaban malestar en el respetable. El primer iceberg al cual tenía que hacer frente el crucero, lo solventaste con un sabor agridulce …..por un lado gozaste del indulto laboral, pero por otro, algo te impedía renunciar a lo que venías haciendo, dando así, una vuelta de tuerca más al cerrojo del laberinto en el que habías entrado y lo que era peor, querías vivir dentro de el.
Esa herida, aún siendo leve, fue suficiente como para que, tu vulnerabilidad quedara al descubierto. Tus padres, no dejaban de ver con rabia e impotencia como, la espiral en la que te estabas adentrando, solo podía llevarte a la auto destrucción y trataron de convencerte por activa y por pasiva de ello.
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¿ No te das cuenta de lo que estás haciendo? ¿ A que te crees que juegas? – .
Tu mirada de indiferencia lo decía todo, en cambio no perdían la esperanza de hacer entrar en razón al más pequeño de la casa.
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Por mucho que te digamos vas a seguir haciendo lo que te de la gana ; no sabemos quién es esa chica ni que tiene, pero te ha convertido en un fantasma – .
Las lágrimas que resbalaba por sus mejillas mientras te dedicaba esas palabras, tuvieron una respuesta por tu parte en forma de portazo ….la más cruel de las contestaciones al más cruel de los sufrimientos, a pesar de ser plenamente consciente de ello, no le dabas la maś mínima importancia, en ese momento el yonki de Venus, sólo tenía en la cabeza ir a buscar su dosis diaria y deambular por un mundo de agradables espigas.
Tu cólera, fruto de la reprimenda materna, tuvo su confort en la otra cara de la moneda. Palabras de aliento que te arropaban en tu particular cruzada pero que al mismo tiempo seguían ahogándote dentro del sin sentido.
El descalabro tenía visos de ser de consecuencias impredecibles, ibas en una pronunciada cuesta abajo de la cual te estaban animando a seguir y por alguna extraña razón, no estabas dispuesto a ponerle el freno.
El resultado de tal fugaz descenso no se hizo esperar demasiado ; al igual que la confianza, bastaron solo unos pocos minutos para hacer saltar por los aires lo construido durante meses.
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Debería ir a trabajar pero francamente no me apetece nada – .
Estabas en el borde del precipicio, y un único empujón era necesario para hacerte caer al vacío.
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Pues si no quieres ir, quédate – .
La serpiente había lanzado con virulencia todo su veneno contra el títere anulando cualquier atisbo de recapacitar.
Durante varias horas, el teléfono no dejó de sonar, llamadas de todas partes tratando de averiguar el paradero del prófugo. Escondidos como ratas, encomendándote al veneno de Venus la cual dictaría el siguiente paso sin opción a réplica.
El siguiente escenario fue comunicarle a tus superiores la decisión de abandonar el barco ; la sesión de pirotecnia se había puesto en marcha sin tregua y únicamente quedaba la traca final que ibas a colocar de tu puño y letra.
No hacía falta ser adivino para saber que aquella noticia sorprendió a propios y extraños ; pero la obra que te catapultaría hasta los infiernos , todavía tenías que representarla con tus progenitores. La actitud para con ellos, no había variado un ápice, tras varios meses en los que la comunicación era inexistente, lo único en lo cual les hiciste partícipe, fue en la decisión que acababas de tomar.
La aceptación de una contrastaba con la decepción de otros …..nuevamente estabas estancado en la fina línea que separaba el cielo del infierno.
Tu puzzle mental se hacía sentir también en una relación que te estaba consumiendo a pasos agigantados y contra la cual no ibas a mover un dedo.
Las grietas empezaban a aflorar, los cimientos estaban notando los efectos del potente veneno y en cualquier momento todo podía saltar romperse en mil pedazos. Una vez más, el demonio rubio disfrazó una idea la cual se repartió a partes iguales entre tu tranquilidad y su beneficio.
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El otro día, pasé por una tienda y vi varios objetos para la casa pero entre el alquiler , los gastos y el perro no me da para más – .
Sabías perfectamente que esa sugerencia, tenía escondida detrás la veracidad de sus palabras ……si buscas el perdón, remueve el cajón. El titiritero mostraba ya sus cartas sin pudor alguno, ya que iba a poder mover a la marioneta a su antojo hasta que se cansara.
No dudaste en remover ese cajón, la cuenta bancaria era la tabla de salvación que creías necesitar. Te habías convertido en la gallina de los huevos de oro por lo que, las visitas a cajeros automáticos se tornaron en una peligrosa costumbre, aunque por fortuna para tus intereses, todo eran minucias.
Eras consciente de que, te estaban consumiendo poco a poco tanto mental como económicamente, pero la recompensa que percibías por las noches, tapaba perfectamente la vanidad del día. A mayor cuantía, mayor retrribución…. el poco trabajo de una parte, era diametralmente opuesto al esfuerzo de la otra ; un plan perfecto para mantener a la marioneta con una falsa ilusión.
Sus padres, a los cuales ya conocías, sabedores de que se habían deshecho de la patata caliente, te mostraban la mejor de sus versiones para que no contemplaras la opción de devolver el paquete ; por contra, la parte de los tuyos, trataba como buenamente podía de, poner un punto de cordura y colocar cada cosa en su sitio viendo la oscuridad en el horizonte. Una lucha de clanes en la cual, solo tu, podías decantar la balanza.
La soga con la cual te estaban presionando, se estrechó aún más haciéndose valer del escudo canino sabedora de tu amor hacia los peludos. El quirófano hizo su parte y nuevamente te tocaba a ti llevar a cabo el resto ……de nuevo hipotecaste 30 días de trabajo a cambio de unos pocos minutos diarios ; sabías que ibas encaminado a auto inmolarte, pero el poder del lobo con piel de cordero, era tan grande, que no tenías fuerzas ni ganas de abandonar el círculo vicioso.
– El perro se ha puesto enfermo y no hay más opción que operarlo, pero el coste es bastante elevado y no puedo hacer frente a ello, préstamelo y en cuanto pueda te lo devuelvo -.
No hiciste preguntas, daba la sensación que te alimentabas a base de escopolamina, tu voluntad estaba totalmente a merced de la suya. en cuestión de horas, su petición fue perfectamente atendida asegurándote así, tus minutos de gloria. Escaso premio para una marioneta la cual, iban a deshechar sin miramientos cuando no pudiera sacarle más jugo.
Pero hasta el plan más perfecto, tiene sus fisuras ; habiéndolo perdido prácticamente todo empezando por la dignidad y el respeto, poco más te quedaba en el camino. Tu mismo llevaste tu capacidad física y mental hasta el mayor de los extremos …..justo detrás, no había nada salvo un enorme vacío en el cual, si te arrojabas a el, no ibas a caer solo.