Artículos

Caminando entre agujas ( 1ª parte )

07/01/2023

 

Estrambótico, introvertido, excéntrico, rarito, silente ……… cuantos adjetivos, cuantas veces habías escuchado esas palabras y otras más devastadoras ; con tan solo 16 años estabas soportando ya la carga del diferente , del excluído socialmente por elegir el camino del mutismo. Entre tus semejantes de estudios, eras poco menos que un repudiado, deambulabas por los pasillos sin levantar la cabeza del suelo, mientras eras el blanco de las miradas y las mofas del resto. Estabas condenado a un castigo diario……. una condena de la cual, no veías la luz al final del túnel…… tu zozobra se convertía en alivio cuando sonaba la campana, durante unas pocas horas eras capaz de mirar al mundo de igual a igual. Fuera de las horas de estudio, únicamente tenías unas pocas aficiones las cuales llevabas a cabo atrincherado en tu habitación ; en ese particular santuario, disfrutabas a partes iguales del complejo mundo cibernético, la  música y los videojuegos ; no necesitabas nada más. Eras consciente de que no gozabas de la vida que se supone a un chico de esas edad, pero el panorama no invitaba al optimismo ; la vida familiar estaba marcada por las continuas discusiones entre tus dos progenitores……. aquella pequeña habitación, era el salvavidas mediante el cual, ibas capeando el temporal, con mayor o menor fortuna.

A pesar de estar blindado en aquel pequeño habitáculo, el vocerío paternal martilleaba sin cesar una cabeza repleta  de problemas y preocupaciones …. una losa muy difícil de sobrellevar ; tenías la sensación de que, aunque te liberaras de una pequeña parte de esa carga, caerían sobre ti otras peores  ……. por más que quisieras evadirte, las desavenencias domésticas y la indiferencia estudiantil, te estaban consumiendo dia tras dia, haciendo que la enorme burbuja del desánimo te acogiera con sus enormes tentáculos, contemplando la posibilidad de querer acabar con todas tus penas y frustraciones,  borrarlas de un plumazo, terminando esa carrera de fondo en silencio, pero a fin de cuentas terminando.

Por si eso fuera poco, tu caótica vida personal, se veía reflejada también en el rendimiento académico, el cual estaba sufriendo una alarmante caída en picado ; absorto del mundo real, te enfrascabas en uno completamente imaginario donde solo había cabida para una paz que anhelabas pero de la que carecías.

El trayecto que comprendía el centro académico y tu hogar, era bastante tedioso ; para amenizar la soledad del recorrido, siempre portabas contigo un reproductor de música. Inmerso en unas letras que te conocías a la perfección, proseguías el largo camino hacia otro calvario en el que únicamente se salvaba tu pequeño salón de trofeos. Aquella tranquilidad musical, se vio truncada por un reducido grupo de tres chicos , que a juzgar por su vestimenta, no presagiaban nada bueno.

  • Perdona, ¿ me dejais pasar? aún me queda un trecho para llegar a mi casa y no quiero llegar mucho más tarde -.

Una barrera humana se había interpuesto en tu objetivo, las continuas miradas entre los causantes de tu retraso, daban a entender que no se apartarían de tu senda así como así.

  • Esos auriculares que tienes ¿ de donde los has sacado ? -.

  • Me los regalaron mis padres para mi cumpleaños – respondías sin apartar la mirada del suelo.

Aquella respuesta, pareció no convencer en demasía al resto ; el elegido como líder del grupo, se acercó un poco más hacia donde estabas y explicarte el motivo de aquella situación.

  • Verás …… el caso es que hace unos días, me robaron unos auriculares idénticos a los tuyos y me preguntaba si sabías algo al respecto -. 

El estupor recorrió tu pequeño cuerpo a la velocidad de la luz, desconocías completamente de lo que te estaban hablando ; en cierto modo te estaban acusando de ladrón cuando la realidad era que tu existencia vagaba sin pena ni gloria. Un frío sudor comenzaba a resbalar por la frente y mejillas ….. sudor debido a que lo desconocido te causaba absoluto pavor y aquel encuentro era un completo misterio. 

  • No tengo ni idea sobre lo que me estás contando, éstos auriculares son míos, ni se ni me importa quien te los ha podido quitar -. 

Esa contestación, fue tomada como altiva, repleta de soberbia ; un rápido movimiento de manos,  arrebatándote el objeto del deseo, fue suficiente para desnudar todas tus miserias. 

  • Por favor, devuelmelo, te juro que no tengo nada que ver con lo que te ha ocurrido -.

El hecho de que estuvieras pidiendo clemencia, era acogido con mofa por el resto, cavando un hoyo más profundo para enterrar tu autoestima.

  • Ohhh miradlo, si parece una nenaza con sus llantos. Esto me lo voy a quedar, pero no creas que te vas a ir de rositas -.

Antes de que pudieras reaccionar, tus brazos eran presa del enemigo …. estabas a merced del malhechor, los minutos se convertían en horas … tu frágil cuerpo se mostraba indefenso ante lo que se avecinaba, un excesivo castigo para el inocente y un jugoso premio para quien aparentaba ser la víctima.

Pero la caprichosa diosa Fortuna,, se puso de tu lado, enviando al defensor del desamparado y ajusticiando a los causantes de tus temores ; tenías la sensación de ser el protagonista de una película de acción en la que, en el último instante , cuando tu integridad física pendía de un finísimo hilo, aparecía el protector de los nobles.

  • ¿ Porqué no os haceis un favor y dejais al chico en paz ? -.

Lejos de seguir las recomendaciones de aquel misterioso ángel guardián, sus palabras no hicieron más que envalentonar a los que querían culminar su trabajo a toda costa.

  • Mira, no se quien eres y tampoco se que haces aquí, pero te aconsejo que no te metas donde no te llamas, mis amigos y yo, nos podemos poner nerviosos y eso no sería bueno para nadie -.

Aquel muchacho, tu particular dios de la justicia, no se movió un ápice pese a las amenazas y estar en clara inferioridad numérica. Tan solo llevó su mano al bolsillo de atras de su pantalón y sacó un objeto el cual, no dudó en mosstrar. Un impoluto y brillante objeto punzante……. por la finura de la hoja, se podía percibir que sería capaz de cortar un melón a rodajas únicamente con tocarlo.  Tal vez por la sorpresa del pequeño pero a-.filadísimo invitado, pero las caras de los maleantes, se desencajaron por completo, comenzaron a dar pasos atrás viendo que el peligro al cual se expusieron era latente.

  • Ehhhh, tranquilo, no queríamos hacerle daño, tan solo estábamos bromeando -.

  • Devolvedle lo que le habeis quitado y quitaros de mi vista -.

Si el modo en el que te arrebataron tus preciadoos auriculares, fue rápido, la manera de entregártelos de nuevo, fue igual o más veloz …… en ese preciso momento la menor de sus preocupaciones era haber fracasado en su objetivo.

  • ¿ Estas bien, te han hecho algo ?- te preguntaba una vez habiendo pasado la tempestad.

  • Tardaste unos segundos en reaccionar,, mirabas de arriba hacioa abajo a tu benefactor ; si indumentaria y evidente descuido personal, no invitaba a ser una persona la cual confiar lo más valioso, pero gracias a podrías volver a tu casa sano y salvo. 

  • Muchas gracias, de verdad, no se como podré compensar que  me hayas sacado de este embrollo -.

  • No me tienes que dar las gracias, onozco a este chico, siempre va acompañado de esos dos infelices. Se ensaña con el débil cuando tiene ocasión, pero en el fondo no es más que un pobre diablo , que tiembla cuando alguien se pone a su altura -.

Su seguridad en sus palabras eran radicalemente opuestas a tus miedos……. pese a escuchar que era perro ladrador y poco mordedor, te aterraba la idea de encontrártelos otro día y que nadie acudiera en tu auxilio. Tu poca adaptación social y los miedos , te dejaban postrado al mundo para que hiciera contigo lo que le antojara.

De repente sentiste una mano apoyada en el hombro….. era la primera vez que alguien tenía un gesto así y lo acogiste con una enorme sonrisa, pese a ser un desconocido y no gozar de un estado físico idóneo, hiciste lo propio con su hombro, y dejaste caer la mano en señal de amistad y agradecimiento.

Unos segundos de absoluto silencio, fueron la antesala de unos posteriores temblores y sudiores a partes iguales.

  • Había pensado que, si no tienes nada que hacer ahora, puedes venir conmigo al parque, allí estoy con mis amigos, pero no hacemos nada en concreto solo charlar y pasar el rato -.

Tu cabeza navegaba en un mar de dudas, por un lado querías ir y en cierto modo agradecerle su acto de vallentía para contigo, pero por otro…… los miedos te conducían al pavor…. de ser un exluído por tus semejantes, ibas a tener la ocasión de abrir el tarro de la vida social.  Miradas, juicios gratuitos, risas….. pensar en todo ello te cortaba la respiración como si tuvieses una llave de paso en tu interior y alguien la estuviera cerrando. Aún así, y aunque tembloroso, aceptaste la invitación.-…..era lo menos que podías hacer, aparte ya te habías demorado en regresar a tu casa , no importaban ya unos pocos minutos más.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Marc Domínguez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad