12/03/2020 No, no les vengo a hablar de política; tampoco voy a hablarles de…
Los bárbaros del COVID-19
18/04/2020
En febrero de 1673, el mundo se quedó huérfano de uno de los mejores escritores que dio la literatura francesa y por ende de la mundial; me estoy refiriendo al gran Moliere, el cual entre todas sus frases y aseveraciones para el recuerdo, dijo una que perfectamente se podría aplicar a la vida en general pero muy especialmente a los tiempos actuales de pandémia que estamos viviendo : » Uno debería examinarse a sí mismo un largo tiempo antes de pensar en condenar a otro».
Este pequeño ejercicio de memoria histórico-literaria, viene dado a los últimos y si me lo permiten barriobajeros hechos acontecidos durante la semana pasada. Verán, durante estos últimos días, tres noticias prácticamente idénticas han puesto de manifiesto el egoísmo, falsedad e hipocresía humana; como bien sabrán, desde que el fenómeno COVID-19 se tornó realidad, personal sanitario, fuerzas y cuerpos de seguridad y trabajadores/as de supermercados, son » víctimas» de los aplausos de la ciudadanía a una hora determinada para rendir homenaje a su gran labor.
Pero la cosa cambia sensiblemente cuando uno de nuestros/as vecinos/as, pertenece a uno de los grupos que he mencionado anteriormente; ahí es cuando salen a relucir todas las miserias y lo más mezquino del ser humano. Hace unos días atrás, un médico al acabar su guardia en el hospital , volvió a su casa y allí en la puerta de su domicilio se encontró con una desagradable sorpresa que le dedicó una de sus brillantes mentes vecinales. Nada más y nada menos, que lo estaba invitando a abandonar su domicilio mientras durara esta pandémia a fin de evitar posibles contagios con el resto de la comunidad….por supuesto previamente hizo gala de la hipocresía en estado puro y alabó su labor sanitaria ; le obsequió con una palmadita en la espalda y acto seguido clavó la espada de Damocles hasta lo más hondo….. bravo!!!!!
Como al parecer a ciertos deshauciados mentales, les hizo gracia, quisieron emular al innovador y días después una ginecóloga fue la elegida…. ella y su coche que también sufrió el descontento del alcantarillado humano. Afortunadamente, consiguieron dar caza a la persona encargada de tal esperpento. Aún así, el mal ya esta hecho y aunque los seguidores ganan de manera abrumadora a los detractores, actos como este quedan grabados en la retina de quien los padece.
Pero no solo el personal sanitario sufre todo lo anteriormente citado, la gente que trabaja en los supermercados, abasteciendo de alimentos al resto, también se ve salpicada por semejante bárbaros del COVID-19. Al igual que en el primer caso que les comenté, una cajera de súper, al regresar a su domicilio, se topó con la ingrata sorpresa; el » modus operandi «, fue calcado al de su instigador, es decir, elogiar la labor que ejerce pero » aconsejando» no volver a su domicilio durante todo el tiempo que dure la pandemia. Nuevamente palmadita de ánimo en la espalda y ensañamiento con la espada de Damocles.
Seguramente, estas personas que se esconden tras unas notas o una pintada en el coche, cada tarde salen al balcón de sus casas para mostrar su solidaridad con los que están en primera línea de batalla, pero si el » peligro» lo tienen cerca, no dudan en dejar a un lado su solidaridad para mostrar su mezquindad; probablemente también hagan el camino a la inversa, avanzando al siguiente paso, es decir, cuando tengan un problema de salud o necesiten algún tipo de alimento , dejarán de lado la mezquindad y harán gala de una falsedad descomunal.
Por suerte no todos somos así, podremos aplaudir o no, y prácticamente todos sabemos lo que se están jugando estas personas día si día también, pero el COVID-19, expulsa a bárbaros con apariencia humana haciéndose pasar por los más solidarios….siempre y cuando sea puertas afuera.
Posible y desgraciadamente sigamos oyendo casos similares a los que les acabo de explicar porque mientras el fenómeno coronavirus siga en nuestro día a día, éste seguirá vomitando de sus entrañas a sus vikingos.
No hace mucho, algún brillante profeta dijo que cuando acabara todo esto, seríamos mejores personas…ojalá tuviera razón pero sinceramente, si actualmente las palabras mejores y personas, no van muy unidas, dudo mucho que cuando todo esto llegue a su fin sea distinto.