En cuestión de pocos meses, el león en el cual te habías convertido gracias a…
Fidelidad a la sombra ( 1ª parte ).
29/01/2021
Nunca te habías caracterizado por tener una vida social demasiado activa ; el carácter arisco del cual hacías gala unido a que vivías por y para el trabajo en una de las mayores constructoras del país, eran dos ingredientes perfectos para no ser demasiado cercano con tus semejantes. El cargo que ostentabas como director adjunto, era un motivo más que suficiente para encerrarte entre suculentos contratos, los cuales redundaban en el altísimo tren de vida que llevabas.Entre tus colegas de profesión, eras conocido como el Mozart financiero ; a pesar de tu talante frío y distante, todos se rendían a tus habilidades contractuales…. capaz de remover cielo y tierra para llevarse el gato al agua usando todas las triquiñuelas legales para ello. No te incomodaba tal comparación, al contrario, tu enorme ego decía que eras plenamente merecedor de esa etiqueta, más aún cuando estabas en lo más alto de la pirámide gracias a todo tu esfuerzo.
Atrincherado detrás de la mesa de tu despacho, ponías en marcha la maquinaria para quitarle el pan a la competencia y llevárselo a todos y cada uno de los que formaban parte de la corte suprema. Saboreando las mieles de la victoria, veías con regocijo como, nuevos frentes se abrían tratando de tirar tu imperio a la cuneta y tiempo después, claudicaban ante la impotencia del que se siente claramente perdedor.
Tu voracidad empresarial, era diametralmente opuesta al talante taciturno en la vida privada ; no eras persona asidua a fiestas ni reuniones sociales….. tampoco eras muy conocido por ser muy exitoso con las personas del sexo opuesto; esa frialdad que mostrabas junto a un semblante poco amigo de las bromas, hacía que rápidamente se diluyera como un azucarillo cualquier conato de relación sentimental….. conocido para unos pocos y misterioso para todos, algo a lo cual, le restabas importancia, ya que tu única prioridad, era que Mozart alcanzara la perfección absoluta con cada una de sus sinfonías.
Pero al igual que todos, también tenías tu particular horma del zapato….. en el organigrama ejecutivo, tan sólo te separaba un peldaño para convertirte en el monarca absoluto; aún ejerciendo funciones como tal, seguías a la estela del gran gerifalte. No te sentías demasiado cómodo en la posición de eterno segundón, pero sabías que tarde o temprano, gracias a todos tus conocimientos y esfuerzos, te harías con la poltrona. Inconformista y perfeccionista por naturaleza, no te limitabas a ser bueno y hacerlo bien….. querías ser el número uno y que absolutamente nada tuviera ni la más mínima fisura. Ello te llevaba a ser también el temible brazo ejecutor cuando no salían las cosas como las habías planeado ; querías rodearte de los mejores, y no te temblaba el pulso cuando considerabas que alguien no entraba en ese selecto y limitado grupo.
A pesar de que tus padres te inculcaron los valores de la humildad y el respeto, con el paso de los años, te habías convertido en una persona vanidosa y la falta de empatía la reduciste a la más mínima expresión. Te dejaste agasajar sobremanera y las constantes muestras de idolatría por parte de los más poderosos, hicieron que olvidarás tus inicios como un simple chico de los recados, y entregaras todo tu ser a la más completa ambición.
Contratos grandes y pequeños, todos tenían cabida en la gran burbuja del que lo tiene prácticamente todo y sin embargo, quiere más….. la mayor parte de los terrenos recalificados, llevaban tu firma ; cada edificación, inyectaba un enorme capital para las arcas empresariales y al mismo tiempo, otra invisible parte de ese montante, se repartía proporcionalmente entre los dos reyes de la jungla.
Pero entre tantas victorias ganadas, había algo a lo cual no dejabas de darle vueltas…… anhelabas el sillón presidencial, gozar de plena libertad para mover las piezas a tu antojo sin tener que rendir cuentas a nadie.
Justamente en el momento más dulce de tu trayectoria profesional, el negocio del ladrillo comenzaba a mostrar sus primeras grietas, los cimientos se tambaleaban peligrosamente, lo que desencadenó en una serie de decisiones tan drásticas como inesperadas. Los números no cuadraban y el núcleo duro de la parte ejecutiva en la cual estabas en primera línea de fuego, se vio plenamente afectada. Los peones, pasaban por el despacho del gran concertista como si de una estación de metro se tratase….. el rostro serio y cabizbajo era la nota predominante entre los acordes más bajos. Contemplabas esa toma de decisiones como algo necesario para que la compañía retomara su rumbo ; no obstante, ese pensamiento tan comprensivo, dio una vuelta de 180 grados cuando la presencia del alumno más aventajado, fue reclamada para notificarle la reforma en el organigrama.
Pasa y cierra la puerta por favor -.
Aquel semblante serio acompañado de un tono de cierto desasosiego, te hacían presagiar lo peor.
Siéntate, me gustaría comunicarte una serie de decisiones que muy a mi pesar he de llevar a cabo -.
Pese a tratar de guardar las apariencias, lo cierto es que tu interior se estaba dejando llevar por el nerviosismo.
Verás, como sabes no estamos pasando por un buen momento y me he visto obligado a hacer unos reajustes -.
¿ Qué me estás queriendo decir con todo esto ? -.
Cómo sabrás, tenemos varias edificaciones que hemos entregado fuera de plazo lo que ha llevado a elevadas penalizaciones, por otro lado proveedores y empleados quieren seguir percibiendo su salario…. todo ese conjunto nos ha llevado a una situación quizás no extrema pero si bastante grave -.
No te andes con rodeos y dime que es lo que sucede -.
Tenías una bomba de relojería en tus manos y la estabas agitando hasta que estalló delante de tus narices.
Siento comunicarte que tu cargo como director adjunto ha sido suprimido -.
Espera, espera, ¿ me lo estás diciendo en serio ? -.
En tan solo 5 minutos, habían echado al traste 10 años de esfuerzo y dedicación exclusiva.
Te puedo asegurar que tanto yo como nuestro grupo de asesores, hemos echo lo imposible para evitar llegar a este punto, pero era totalmente inviable cualquier opción que no fuera esa -.
Tanta palabrería no hacía más que aumentar tu desazón ; la comprensión mostrada instantes antes, se había esfumado por completo.
No puedes hacerme esto, tanto tu como esta compañía me necesitáis para reflotar la nave -.
En eso tienes razón, te necesitamos tanto o más que ahora, pero no como segundo director de orquesta, a partir de ahora formarás parte del departamento de contabilidad -.
El pobre se conformaba con migajas pero el poderoso quería toda la barra de pan y tu carácter inconformista no iba a aceptar un consuelo hecho para la clase obrera.
Contable, …… ¿ crees que después de todo merezco acabar revisando facturas y albaranes ? ¿ Qué pasa si me niego ? -.
Ese intento de negativa, transformó un intercambio verbal, en un desafío visual, pero esta vez la sartén no la tenías tú por el mango.
En el caso que no aceptes, no tendría más remedio que prescindir de tus servicios –
Aquel combate de boxeo entre dos pesos pesados, se saldó con un inapelable KO por parte de tu oponente…… un gancho directo al orgullo, fue el golpe de gracia que evitaría así cualquier atisbo de réplica.
El león estaba tocado de muerte y a regañadientes, aceptó su nueva jaula para lamerse las heridas. El mentor de muchos, había pasado a ser simplemente uno más ; verte rodeado de los teloneros no hacía otra cosa que aumentar la sensación de impotencia. Una vez acomodado en la nueva ubicación, el gran y recientemente único líder de masas, bajó para interesarse para que todo estuviera a tu gusto.
¿ Está todo bien ? Si necesitas cualquier cosa solo tienes que pedírmela -.
Alzaste la mirada al techo durante varios segundos antes de lanzar un nuevo zarpazo a sabiendas que resultaría del todo inefectivo.
Ohhh que detalle, el gran buitre se ha dignado a bajar hasta los infiernos preocupándose por mi nueva situación. Tanta amabilidad me abruma….. ¿ en serio quieres que te responda o entre mis nuevas atribuciones está el aguantar la sorna del dictador ? -.
Mira, voy a obviar todo este comentario ya que estás muy dolido y aunque no me creas, lo entiendo perfectamente, pero tómalo como algo temporal, en cuanto las aguas vuelvan a su cauce, recuperarás tu puesto -.
Deja de vomitar tanta mierda porfavor, y reconoce que la jugada te ha salido perfecta. Confiesa que te estaba comiendo terreno y notabas mi aliento en tu nuca ; esta situación te ha venido de perlas para quitarme de tu camino -.
Ese intercambio de palabras totalmente infructuoso para tus intereses, no hacía otra cosa que restarte todo el crédito conseguido durante años. Los allí presentes, trataban de aplacar la cólera de la fiera, pero el gran sinfonista no necesitaba la compasión de sus aprendices. En ese momento, por tu cabeza solo se dibujaba la idea de devolver la moneda a lo que considerabas la mayor de las injusticias y de paso colocar cada pieza en su sitio.
Una de las pocas ventajas que ofrecía tu nuevo puesto, era que el trabajo no formaba parte de la vida privada ; cambiaste las llamadas telefónicas y reuniones extra laborales, por plácidas tardes llevando a cabo una de tus grandes aficiones…. montar puzzles. Para alejar la mente de cualquier preocupación, te hiciste nada menos que con el mayor reto por piezas. La adquisición era única ya que, aparte de estar fabricada toda de cristal, sus 20.000 pedacitos de aquel exquisito vidrio, pondrían a prueba tu paciencia.
A medida que pasaban los días, la ira inicial, se transformó en absoluta indiferencia….. quizás la relajación vespertina buscando encajar las piezas de un enorme puzzle, te hacían ver las cosas de otro modo. No obstante, llevar a cabo tu particular golpe de estado, era una idea que no habías abandonado, agazapado cuál perro de presa en busca de su botín, esperabas el momento oportuno para derrocar al actual dueño de la poltrona.
No tardaste mucho tiempo en convertirte en el apaga fuegos contable….. el gran salvador numérico al que todos los integrantes de aquel pequeño círculo matemático, recurrían cuando las operaciones no cuadraban.