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El estallido del globo ( 3ª parte )

29/04/2023

 

El semblante serio de los dos galenos, hacía que tu corazón latiese a un ritmo vertiginoso ; una bomba de relojería de la cual, solo ellos tenían la llave para frenarla o hacerla estallar por los aires. Unos breves segundos de silencio se instalaron en aquel triángulo de miradas, un corto espacio de tiempo que resultaba eterno, la desazón necesitaba respuestas y no atendía de mutismos. Uno de los sanadores, apoyó sus dedos en su barbilla mientras que, con la mano que restaba libre, repasaba el diagnóstico perruno ; su rostro serio, hacía presagiar lo peor, pero en la lista del inframundo no figuraba el nombre de Pipo.

• Puedes quedarte tranquilo, el perro está fuera de peligro – decía intentando calmar tu nerviosismo.

• ¿ De verdad ……. me lo está diciendo en serio ? -.

Necesitabas oir por segunda vez esas palabras y así frenar una angustia que cada vez era mayor.

• Ahora deberá guardar mucho reposo y alimentarse con una comida especial para estos casos ; francamente ha tenido mucha suerte, unos minutos más tarde y no habríamos podido salvarle la vida -. 

Tu cabeza, estaba plagada de interrogantes, pero una en concreto era la que sobresalía ……. más que saber el quien o el porque, querías saber el que. 

• Lo único que podemos decirte es que, después de diversas pruebas, hemos llegado a la conclusión que ese pedazo de pan, llevaba veneno dentro , no sabríamos decirte con exactitud cual, pero parece ser que era algo similar al matarratas.

Cada respuesta, abría otro amasijo de cuestiones, en esta ocasión el quien y el porque cobraban más fuerza que nunca. Trataste de buscar respuestas en los dos profesionales de la bata blanca, pero el resultado no fue el esperado.

• Es muy difícil saber quien fue, cualquiera podría haber sido el responsable y tampoco fue algo premeditado, igual podría haber sido tu perro como cualquier otro. Lo que si es cierto, es que por desgracia, hay personas que se dedican a hacer estas cosas para acabar con su vida -. 

Tras ese desagradable suceso y sobretodo, después de las palabras del salvavidas peludo, tu creencia y confianza en el ser humano, la cual era prácticamente inexistente, dilapidó sus pocas esperanzas en cuestión de horas. Sentías un odio irrefrenable hacia tus semejantes, el saco de la repulsa se abrió para dar cabida a la gente debido al despiadado acto de un misterioso ejecutor.

La llegada al hogar estaba cargada de sentimientos encontrados ; por un lado la alegría de tener a tu mascota sana y salva, pero por otra parte, la cólera de tener la prueba irrefutable de lo más ruín del ser humano. En esa mezcla de sensaciones, tus mayores fueron testigos directos de la tormenta que podía desencadenarse.

• ¿ Qué ha pasado ? Nos han dicho que te han visto salir corriendo con el perro en brazos hacia el veterinario…… ¿ está bien Pipo ? – .

• ¿ Acaso os importa? ¿ Habeis venido a interesaros por el ? Ahhh no espera, que es más cómodo hacer una miserable pregunta para quedar bien y hacer ver que os preocupais cuando en el fondo os importa una mierda – .

• Pero si nosotros queríamos ……..

No diste opción a que terminaran con su defensa, la ira que acumulabas taponaba el razonamiento.

• ¿ Vosotros queriais que …. que hubiera vuelto sin el verdad? Nunca lo habeis aceptado ¿ y ahora me quereis hacer creer que estabais en un sin vivir ? Bravo, la actuación os ha salido de lujo, pero ese cuento no me lo trago- .

Dicho esto, corriste hasta la habitación con el convaleciente animal en brazos ; mientras lo tumbabas sobre la cama, tu cabeza no hacía más que pensar en todo lo ocurrido ; cada pensamiento, acrecentaba la ira, los tentáculos de la ansiedad te atraparon por completo. Abriste el cajón del escritorio y sacaste unas tijeras las cuales estaban impecables debido a su poco uso ……. sin saber porque, colocaste la hoja más fina sobre tu pierna y comenzaste a deslizarla de arriba hacia abajo ; la sangre empezaba a asomar al mismo tiempo que las lágrimas cubrían tu rostro. Repetiste ese acto, en diversas ocasiones, hasta que la mente dio la orden de alto. Como si de un truco de magia se tratara, esos cortes, borraron de un plumazo tu estado de ansiedad. A pesar de que tu leal amigo, se había librado por segunda vez de un cruel destino, te sentías interiormente ahogado, prisionero de un infierno plagado de demonios los cuales, eran capaces de mostrar la mejor de sus caras………… pero también la peor. La convulsión por la situación vivida fue de tal calado, que nunca antes el significado de ser una caja de sorpresas, cobró tanta relevancia.

Una sola persona hizo que te sintieras traicionado por el mundo entero ; de la indiferencia incluso evitación para con el resto de la gente, pasaste al odio más absoluto ; cualquier cosa por pequeña que fuera, era acogida como la peor de las puñaladas, poniendo nuevamente en marcha ese círculo vicioso …… la descarga verbal y material contra que o quien fuera, desembocaba en el castigo físico ; un castigo autoinflingido pero que era lo único que acallaba los demonios. 

Quien te conocía, era una víctima indirecta de la pesadilla en la que estabas inmerso, pero quien no te conocía, a pesar de verte señalado en ambas piernas, no iba a preguntar ni emitir un juicio gratuito a fin de evitar que se destapase una posible caja de los truenos……..ese veredicto se lo reservaban para tus espaldas.

En cuestión de semanas, te convertiste en cautivo presa de tu propia trinchera ; las salidas al exterior se limitaban a cortos paseos con el canino, el cual te seguiría allá donde fueras por erigirte en dos ocasiones en su salvador. No querías saber nada del mundo que había tras la ventana, a pesar de que el perro era el encargado de poner un rayo de luz en tu vida, el sufrimiento diario cada vez era más insostenible, lo cual te llevó a tener un deseo……. acabar con ese padecimiento y que esa agonía llegara a su fin.

 

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