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¿ Porqué papa ? ( 1ª parte )

 

 

31/03/2021

 

Privilegiada…. con un coeficiente intelectual superior a la media, calificaciones que eran la envidia de tus compañeros de clase ; todo ello, unido a un inmaculado expediente en cuanto a materia de comportamiento se refería, hacía que fueras un caso tan brillante como excepcional. El responsable de tal exquisitez académica, era tu padre, el cual en ausencia de la madre, quien falleció cuando aun eras muy pequeña a causa de un accidente de tráfico, tenía plena potestad para decidir sobre ti  en el terreno estudiantil y y en cualquier otro que surgiera. A raíz de aquella desgracia, tu progenitor se vio obligado a dejar de trabajar y subsistir gracias a una pequeña pensión que le concedieron. Aquello hizo que se pudiera dedicar en cuerpo y alma a tu educación. Los horarios, junto a la alimentación, los cuales eran muy estrictos, así como el hecho de hacerle responsable de la pérdida de tu madre, hacía que la relación paterno-filial fuera un tanto distante. Maldecías una y otra vez ese exceso de tiempo libre, el cual repercutía en tu integración social y en el tus únicos temas de conversación, giraban en torno a fórmulas matemáticas y personajes históricos. Aún así, ese hombre era el que velaba por ti dia y noche ……. el que presumía de su hija delante de amigos y conocidos, y lo más importante, quien le brindaba su amor por encima de todas las cosas.

Los días iban pasando y cada vez necesitabas más material escolar además de las necesidades básicas de todo ser humano ; y todo eso no podía hacerse frente con una paupérrima pensión. Fue entonces, cuando tu padre decidió buscarse un trabajo con el que poder vivir más holgadamente, eso si, sin perder esa humildad y dignidad que le caracterizaba.

La edad era un factor que jugaba en su contra, ya que, o bien precisaban personas más jóvenes,  o con mayor experiencia ; lejos de caer en el pesimismo más absoluto, prosiguió con ahínco en su labor de dar una inyección económica al único bien que poseía…… su hija,

Tras ir de negativa en negativa, solo le quedaba una opción la cual intentó por todos los medios evitar ….. solicitar un puesto en el mismo centro donde cursabas tus estudios. No quería que por ello, te descentraras y tu rendimiento cayera en picado y de paso fomentar una relación insostenible tanto dentro como fuera del hogar.

Por tu parte, eras totalmente ajena a los movimientos de tu padre ….. seguías inmersa en el complejo mundo de los libros. Representabas la viva imagen de una enciclopedia la cual se actualizaba día tras día ; todos acudían a resolver sus dudas académicas, buscando soluciones a través de una mente prodigiosa que forjaste durante años a base de mucho esfuerzo ; gracias a ello, te ganaste el respeto de todos, pasando a ser el blanco de las burlas por tu nulidad social, a la heroína de los que flirteaban con el fracaso escolar.

Tu vida, carecía de sorpresas, ya que prácticamente la totalidad del tiempo lo empleabas en seguir instruyendo tu ya ámplia sabiduría ; no obstante, algo sucedió para que tu tranquila vida estudiantil, diera un vuelco ; una escena que por nada del mundo querías que fuera verídica ….. pero ya era demasiado tarde. La imagen de tu padre, vestido con un impecable mono azul acompañado de artículos de limpieza, fue una losa demasiado pesada para ti. 

En ese momento, hubieras deseado que la tierra se abriera y te llevara hasta las profundidades más remotas ; inmóvil como una perfecta estatua humana, sin ni siquiera pestañear, tan solo acertaste para decir unas pocas palabras.

  • Papá ¿ que demonios haces aquí y así vestido ? -.

  • He llegado a un acuerdo con el centro para trabajar a media jornada, así entrará más dinero en casa y podrás ir a la mejor universidad del país – respondió con una sonrisa de oreja a oreja.

Las explicaciones y motivos por los cuales estaba allí en la misma institución que tú, no te resultaron para nada convincentes ; esos peores augurios de momentos antes, quedaban confirmados. No valoraste los motivos loables que le llevaron allí ……. únicamente sentías en tu espalda el látigo de la vergüenza y el miedo al que dirán.

Su cara cambió radicalmente al no verse correspondido, no esperaba gratitud , ni una palmadita en el hombro ; simplemente que su hija viera que todo lo que hacía era por ella.

  • ¿ Te has propuesto fastidiarme y no has parado hasta conseguirlo verdad ? ¿ Sabes lo vergonzoso que será para mi ver a mi padre paseándose por estos pasillos en silla de ruedas y con artilugios para limpiar ? ¿ Por qué `papá…..  porque ? -.

Después de esa retahila de preguntas, tu padre se quedó huérfano de palabras, más al contemplar a su hija corriendo sin mediar palabra. A pesar de tu inexcusable reacción, trató de disculparte argumentándose a si mismo que estabas en una edad muy complicada y no aceptaba que esa silla de ruedas la convirtieran en el hazmerreír general.

Su corazón estaba empequeñecido hasta la más mínima expresión, pero se hizo fuerte pensando que todo lo que pudiera hacer por ti, lo llevaría a cabo sin importarle el quien, el como y el cuando.

Los días iban pasando y la convivencia cada vez se hacía más difícil ; por tu parte, no le perdonabas lo que considerabas un ataque hacia tu adolescencia, por el contrario, él estaba convencido de que hacía lo correcto para ambos.

A medida que pasaba el tiempo y conforme los estudiantes de aquel centro empezaban a relacionaros como padre e hija, las mofas eran cada vez más evidentes ……. la ignorante adolescencia comenzó a atacar mediante sus burlas el plano personal, cosa que te encerraba más en ti misma, siendo los libros, tu única vía de escape a semejante acoso y derribo.

Tratabas de sobrellevarlo como mejor podías, pero la crueldad había encontrado en ti a su conejillo de indias ; la virulencia de las palabras subía como la espuma llevándote a algún que otro enfrentamiento verbal pero tu exquisito vocabulario no podía batallar contra palabras acostumbradas a moverse en el fango ….. no estabas preparada para eso.

Tu padre por su parte, hacía lo que buenamente podía, pensando que gracias a ese pequeño aporte, ibas a poder labrarte un gran futuro. Pero los cuchillos afilados se te clavaban en lo más hondo del corazón……. ya ni siquiera encontrabas consuelo entre los libros de física ; de la desesperación, pasaste al odio ….. odio por alguien que no hacía otra cosa más que humillarte. Aquello ya no era un intercambio de impresiones entre padre e hijos, iba más allá ….. se había convertido en un duelo como si de una película del Oeste se tratara ; estaba claro que uno de los dos, debía abandonar esa pelea de gallos. La convivencia, era poco menos que nula, el diálogo inexistente, así que personalmente no tenías nada que perder.

Unas últimas palabras le dedicaste a tu padre, la última vez que pudo escuchar aquella inocente voz hasta que reflexionara y volviera arrepentida.

  • ¿ Estarás contento no ? Por tu culpa soy el bufón de aquí ….. gracias papá, gracias por hundirme la vida -.

  • Hija ……… yo….. -.

  • Cállate!!!!!! Gracias a ti me quedé sin madre y ahora me conviertes en la comidilla de este sitio…… te odio!!!! -.

  • Pero….. espera…… espera, no te vayas -.

Demasiado tarde, imposibilitado por aquella silla de ruedas, no hizo ademán de darte alcance para tratar ese tema con más profundidad ; tan solo las lágrimas representaban la viva imagen de su pena y culpa …… pena por un malogrado accidente que nunca llegó a perdonarte y culpa por conseguir inconscientemente que se avergonzara de su buen hacer para con ella.

Ni tu misma sabías donde irías ni lo que harías, pero lo que estaba muy claro en tu mente es que no querías estar ni un segundo más allí ; desapareciste sin dejar rastro alguno, de la noche a la mañana y sin ser consciente de ello, te llevaste la vida de la única persona que se multiplicó e hizo lo imposible por ti.

Tu progenitor, dejó el trabajo a tiempo parcial ya que no tenía sentido alguno hacer lo que hacía ; la soledad le acogió entre sus brazos y con la pensión que tenía, había más que suficiente.

Pasaban los años, y tu vida se convirtió en una carrera profesional muy exitosa …… en la medicina encontraste tu vocación ; incluso entre tanto ajetreo, tuviste tiempo de conocer a tu media naranja y formar una família con el.

Aún con el paso del tiempo, ese odio y rencor hacia la persona que te ayudó a ser lo que eras, lo mantenías muy fresco hasta el punto de negarle la oportunidad de conocer a su yerno y nietos. Pero tal vez el ser madre, quizás el ponerte en la `piel de quien tanto odiaste, hizo que te plantearas aquella angustiosa situación. Fue entonces cuando te diste cuenta que no valoraste lo suficiente lo que esa persona hizo, ni calibraste las consecuencias de tus actos ni tus palabras ; un error de adolescente, un cruel castigo para quien no lo mereció ….. el arrepentimiento te atormentaba una y otra vez sin posibilidad de dar marcha atrás.

Una convención de medicina que se celebraría en breve a pocos kilómetros de tu antigua casa, parecía la excusa perfecta para tratar de limar asperezas y enmendar en la medida de lo posible el daño causado, 

A medida que se acercaba el día de partida hacia tus orígenes, los nervios te atenazaban …… por primera vez en mucho tiempo estabas radiante ante la posibilidad de poder retomar la relación padre-hija.

El trayecto de apenas 3 horas , se tornó larguísimo ; daba la impresión que llevabas un día entero a bordo de aquel avión ; en tu cabeza se formaban imágenes de como sería el re-encuentro ; alzabas castillos en el aire alrededor de un abrazo que se prolongaría durante minutos y minutos. Te vestiste con las mejores galas,la ocasión aunque fuera de unas pocas horas, lo merecía. Una vez alli, tuviste que hacer frente a los compromisos laborales, pero la cabeza la tenías en otro sitio …… el fantasma del pasado por fin podía desaparecer.

Al salir de aquella larga y pesada convención, reservaste una mesa para dos en un lujoso y céntrico restaurante…… no querías dejar nada en el tintero ; incluso fuiste a la agencia de viajes más cercana para reservar dos billetes de avión. Querías que tu marido e hijos, por fin le conocieran ….. jamás les hablaste de el, pero estabas dispuesta a enterrar too aquello que pudiera suponer una mancha en la relación con tu padre.

Mientras andabas con paso firme hacia lo que podía ser tu perdón definitivo, contemplabas con asombro las calles de la ciudad que te vieron crecer, y como te vieron marchar, todo había cambiado, numerosos edificios y tiendas se levantaron durante el largo espacio de tiempo que estuviste ausente.

Algo pasó por tu mente que te hizo dudar durante unos instantes en proseguir con lo que fuiste a hacer ……. la posibilidad de que tu padre no quisiera brindar su clemencia era algo que no te había rondado en la cabeza hasta entonces ; estabas en la difícil tesitura de seguir y acarrear con su probable mala reacción, o dar media vuelta y seguir llenando de dudas la cabeza y el corazón con lo que pudo ser y no te atreviste a averiguar. Sopesaste las dos opciones para elegir finalmente la que llevabas planeando desde hacía semanas …… estabas dispuesta a asumir todos los reproches y a rendir todas las explicaciones necesarias.

Temblorosa como nunca, subiste los peldaños de aquella pequeña y humilde casa donde creciste y en gran parte fue artífice de la persona que eras.

 

 

 

 

 

 

 

Marc Domínguez

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