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Año 2020 a.c……y año 2020 d.c

09/04/2020

 

Tal vez, muchos de ustedes, después de leer el título de este artículo, piensen que les vengo a hablar de la Bíblia con sus respectivos pasajes y versículos. Pueden respirar aliviados porque no es el caso, todo lo relativo a la Iglesia y su ejército de fieles, no es santo de mi devoción ( y nunca mejor dicho ).

Como viene siendo habitual en mis últimos artículos, haré hincapié nuevamente en el fenómeno por excelencia que nos acompañó y acompaña en semanas pasadas y venideras. Permítanme exponerlo en dos partes para que puedan entender mejor este título tan….bíblico.

Por un lado, les hablaré del año 2020 a.c  ( estas siglas en términos eclesiásticos se corresponden al antes de Cristo), pero me he tomado la libertad de adaptarlas a la época actual que estamos viviendo y convertirlo en un » antes del confinamiento».  Varias semanas atrás, antes de decretar el famoso estado de alarma, nadie reparaba en situaciones tan simples y cotidianas como salir dos personas a la calle, un supermercado abarrotado de consumidores y un largo etcétera;  permanecíamos ajenos a lo que ocurría en el país del Sol Naciente…nadie pensaba que la gran burbuja vírica extendiera sus redes en el Viejo Continente. Hasta entonces, el día a día estaba marcado por el estrés de las obligaciones laborales y domésticas a cambio de un breve espacio de tiempo donde podíamos disfrutar de un merecido descanso. Nos agolpábamos unos a otros, repartíamos abrazos, besos y apretones de mano por doquier porque es parte de la cultura y nada nos impedía hacerlo…..hasta que llegó el temido momento.

Año 2020 d.c. ; a estas siglas las podremos denominar » durante el confinamiento». Medios de comunicación y un Gobierno con mas agujeros que un colador, consiguieron llevar la histeria colectiva a todos los rincones de este país. Medidas de confinamiento para todos los lugareños en pos de la salud pública, llevaron la histeria al borde de la paranoia. Lo que antes era un simple apretón de manos entre dos personas, ahora se saludan a metros de distancia ( ya no vale usar guantes y mascarillas )…. No mucho tiempo atrás, se iba al súper ( por poner un ejemplo), y se abastecía lo justo, actualmente es una carrera de fondo y un sálvese quien pueda…si yo tengo y mi vecino no , pues mala suerte…pensamiento egoísta fruto de la paranoia. El papel higiénico por ejemplo puede dar buena cuenta de ello.

En esta época de quedarse en casa y salir lo justo, han aparecido también réplicas del mismísimo Charles Bronson o Clint Eastwood erigiéndose en las autoridades callejeras. Justicieros de los balcones o balconazis se les llama a estas personas que, salen al balcón de sus respectivos domicilios a tomar el fresco y de paso activar sus sensores para identificar al sujeto invasor de las medidas de seguridad y ponerlo en conocimiento de la autoridad competente. El Gran Hermano al que estamos sometidos cuando salimos a la calle es de traca, pero lo peor de todo es que quien nos somete a ello son personas de a pie como nosotros, gente con la que, quizá en algún momento hayamos compartido un café o una cerveza, y que ahora se convierte poco menos que en nuestro verdugo. Lo curioso de todo, es que esta misma gente que se jacta de seguir a rajatabla las medidas impuestas por los iluminados que nos informan falsamente de lo que acontece, son las mismas que en un momento determinado pasan por encima de esas normas y hacer lo que le place… el egoísmo humano es tremendo y con todo esto tenemos buena muestra de ello.

Después de todo esto, vendrá el » después del confinamiento», pero ahí se desconoce la fecha exacta, pero cuando todo esto haya pasado, en la retina de muchos aún quedará guardado el riesgo que puede haber tan solo con acercarnos a un familiar, amigo, pareja, etc… quizás y por el bien de todos , la vida debería volver a ser como la conocíamos antes de que nos invadiera el coronavirus, pero tanto para bien como para mal, la sombra de éste será muy larga.