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Un cantado silencio

20/02/2021

 

Quizás, despues de escribir este artículo, me gane un alud considerable de críticas ; o tal vez, sea uno más de los muchos que he escrito y pase totalmente desapercibido entre la gran masa despellejadora. Sea como sea, me acogeré a una de las premisas más importantes de la gran Bíblia legal, y esta no es otra que la libertad de expresión. Ahí es donde precisamente quiero hacer hincapié y de paso matizar conceptos para evitar ser víctima de un escarnio monumental.

Como la mayoría de ustedes sabrán, hace escasamente 4 días, el cerco consiguió cerrase por completo dando caza a lo que parece ser el enemigo público número uno. El Sr. Pablo Hasél , hincó la rodilla ante la ley. Enaltecimiento al terrorismo e injurias a la corona son los principales motivos que esgrimen para hacerse con la cabeza del rapero censurado.

No voy a defender el contenido de muchas de sus letras, ahí el resbalón es importante ; sin embargo lo que si apoyo firmemente es el continente, es decir, la antes mencionada libertad de expresión.  Mediante la canción, el cine o el noble arte de la literatura, ( por poner tres ejemplos ), se pueden exponer ideas y pensamientos, pero a fin de cuentas, quien tiene la última palabra es la persona que lo escucha, lo observa o lo lee. Con esto quiero decir que, no todo es susceptible de llevarse a rajatabla por muy personaje mediático que sea, ahí ya entra el raciocinio de cada uno. Repito, no defenderé lo indefendible en contenido, pero ciñéndonos a la libertad de expresión pura y dura, es algo factible.

Las comparaciones son odiosas y no soy amigo de ello, pero ha habido , hay y habrán numerosos artistas, que han despotricado sobre la intocable Iglesia, contra el gran cetro nacional y el dueño de la poltrona y en cambio todo ha seguido como si nada, pero en este caso parece ser que las piedras tiradas por el Sr. Hasél, han dado en otro círculo más » inviolable» 

¿ Quien no se ha desgañitado alguna vez en contra de la gran corona y su corte de vividores? Seguramente unos piensan de puertas para adentro lo que, tanto el como muchos otros artistas, expresan de puertas afuera.

Vuelvo a incidir en que el contenido es cuestionable, pero la base de todo este embrollo es precisamente lo que se pregona a viento y marea como un artículo fundamental y en cambio, está cogido con alfileres.

Sr. Hasél, heroe para unos pocos y villano para muchos…… convertido en la voz de lo que la gran mayoría piensan pero no se atreven a decir. Llevado a los altares del incitador por excelencia, cuando no olvidemos que, por mucho que diga o muy viral sea, los límites entre el bien y el mal, los ponemos nosotros mismos.

Marc Domínguez

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