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El truco del amor

17/02/2023

 

 

Muchos de ustedes, recordarán un programa televisivo, donde diversas personas de ambos sexos, clamaban al cielo que no habían encontrado el amor de su vida. Unas personas que, dicho sea de paso, eran propias de pasarelas de modelos, pero aún así, maldecían su suerte por no encontrar su alma gemela. Así que la caja tonta, congregaba a los desdichados buscadores del amor, con el objetivo de entremezclarlos todos con todos y dejar que el cupido de la pequeña pantalla hiciera su trabajo. La teoría, era perfecta, la práctica demostró que todo era válido para lucir palmito y promocionar su físico. 

Hace unos cuantos años de ese innovador formato de buscar la media naranja, pero con el paso del tiempo, esa rompedora idea, ha tenido sus ramificaciones, en forma de islas, bailes, y restaurantes. Precisamente, con este último, es con el que centraré este artículo. Vaya por delante decir que, la idea, aún siendo similar tiene unas diferencias evidentes, como puede ser por ejemplo, el rebaño de comensales. La dispraridad ovejil, es tremendamente extensa……… desde los más jóvenes, hasta personas de la tercera edad que, porsupuesto tienen derecho a encontrar su otra mitad, pasando por personas de diferentes étnias, inclinaciones sexuales, religiones, etc……..muchos/as, son los que se aventuran en el poder televisivo para alcanzar el objetivo principal; con el beneplácito de la audiencia, la gran mayoría , logran su gran meta, que no es otra que la de obtener sus minutos de gloria y gozar del reconocimiento social., y si se sale de aquel restaurante cogido de la mano del comensal impuesto previo criterio del solicitante amoroso, pues esos instantes tienen valor doble.  Porsupuesto que, entre tan extenso catálogo, hay lugar también para las calabazas, unas aceptadas con deportividad y otras cargadas de despecho y rencor.

Todo esto, viene porque, hace varios días, cotiellndo la nocturna parrilla televisiva, me detuve en dos valerosos buscadores de las flechas de Cupido, los cuales eran como la noche y el día, pero en cambio hacían esfuerzos sobrehumanos para llevar una » cena», lo más agradable posible. Delante de unos cuantoss millones de espectadores, esa muestra de cordialidad, sea un generoso reclamo, pero tal vez en otras circunstancias más reales, no se dudaría en dejar a la otra persona compuesto y sin novio/a.

Esta mañana, un servidor, ha ido a hacer un ligero cambio de » look» y curiosamente, el tema de conversación ha girado en torno a una cita a ciegas entre dos personas que, al parecer, tenían el ego más grande que un campo de fútbol. Icmagino que la cosa no terminaría bien, pero si el estómago queda bien servido, se percibe una ligera cantidad económica y durante unos minutos, el pavo real  puede extender su plumaje, entonces quizás salga a cuenta, independientemente de si hay calabazas o no.

El típico » chico conoce chica» ( y viceversa ), en los locales de ocio, poco a poco esta siendo relegado a elegir al compañero de viaje a la carta……. y en este caso nunca mejor dicho.

 

Marc Domínguez

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