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El cazador cazado

06/12/19

Antes de empezar con este artículo, déjenme decirles que la fotografía que pueden ver más arriba, no guarda ningún tipo de relación con lo que van a leer.

 

Hace prácticamente una semana, un vídeo sobrecogió el corazón de mucha gente, en especial a las que, como yo, gozan de la inestimable compañía perruna. Una persona ( por llamarla de alguna manera ), cretina y mezquina, atrincherada en su rol de cazador tal y como se pavoneaba, fue capaz, no solo de disparar a su perra, sino también de arrastrarla por el suelo sin importarle un ápice el sufrimiento canino. El lugareño que fue testigo de tal esperpento, recriminó como es lógico los deleznables actos de aquel individuo cobarde y rastrero el cual quiso demostrar su » poder» en detrimento de un ser indefenso. 

La respuesta que ofreció fue miserable tan como ruin; no quiso forzar su cerebro porque la simplicidad que habita en el no le daba para más : » Soy cazador y disparo a quien me sale de los cojones».  Desconozco si este personaje, tendrá hijos, pero en caso afirmativo, si este es el espejo en el cual se deben mirar, » Hermano Mayor «, y » Supernany» tendrían que desempolvar de nuevo sus mejores tácticas.

ONG’s y partidos animalistas, han alzado la voz hasta límites insospechados en contra de este individuo; claman un castigo ejemplar hacia quien creía tener cojones para maltratar a un animal cuando en realidad, si hubiera tenido genitales, se lo podría haber hecho a el mismo.  Pero en este país las leyes no están escritas para todos por igual; la pena máxima a la que se puede enfrentar el personaje en cuestión es de 18 meses ya que, tristemente , el animal no soportó las heridas de bala y los golpes a los que fue sometidos. Desconozco los motivos por los que decidió el destino de la vida de aquel pobre animal; quizás no le avisó de un posible objetivo, tal vez orinó donde no debía…. pero después de oír su concienzudo razonamiento de » disparo a quien me sale de los cojones «, no le hacían falta muchos argumentos para acabar con la existencia perruna. 

¿ Se imaginan ustedes si un policía que acaba de disparar a una persona, esgrimiera tan elaborados argumentos? Afortunadamente estos últimos, hacen lo posible para erradicar lo que desafortunadamente los primeros efectúan.

Paradojas de la vida, la perra se llamaba Alma , precisamente lo que le falta a ese energúmeno que ni sintió ni padeció; al contrario sintió indignación cuando le recriminaban sus actuaciones y posteriores actitudes ; el pobre, el cual se hincha como los pavos alardeando de cazador, creyéndose por encima del bien y del mal, indignado hasta la saciedad por sesgar la vida de un animal… una lástima que el mundo actúe con tanta frialdad ante el ( nótese la ironía )

18 meses de cárcel, poco, demasiado poco por acabar con la vida de su fiel compañera peluda. Si existe un reino de los cielos perruno, el animal que torturó y humilló antes de acabar con su vida, se frotará las patas viendo como lo  castigan ni aunque sea la milésima parte de lo que le hicieron a ella. Porque así son los peludos, fieles y leales hasta el último aliento, e incapaces de desear ningún mal a la mano que les dio de comer. Incluso cuando esa mano, fue su verdugo.

Descanse en paz Alma

Marc Domínguez

Jordi Robirosa

01/12/2019

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