En cuestión de pocos meses, el león en el cual te habías convertido gracias a…
El estallido del globo ( 1ª parte )
04/03/2023
Pasabas por ser un chico con un carácter retraído, pesaroso, taciturno …..así transcurrió la infancia y parte de una adolescencia, en la que, las únicas interacciones sociales, se resumían al ambiente familiar y solo unos pocos compañeros de estudio. Tenías la sensación de que el mundo estaba en tu contra ; una constante lucha en la que, no entendías al mundo y viceversa. Navegando en una sociedad en la cual, el espíritu de la contradicción era tu mayor seña de identidad, optaste por apartarte a un lado y llevar a cabo un camino propio ; una travesía incierta donde solo tenían cabida tus propias normas y en la que solo unas pocas personas serían capaces de hablar el mismo idioma.
No te importaba un ápice el vivir tan cerca pero a la vez tan lejos del exterior, de tu interior hiciste un fortín inexpugnable en el que el resto de los mortales. no formarían parte fruto de su ignorancia para contigo. Gracias a ese disfraz, a simple vista parecías un chico de lo más normal, pero en lo más profundo de tus entrañas, la realidad era completamente opuesta ; ajeno a unas modas que para tu forma de ver, tan de cabeza traían a tus semejantes …… evadiendo los bullicios de gente , negando cualquier atisbo de sociabilización por cualquiera de ambas partes. El entorno más cercano, no reparaba en el hecho de que aquello, no tenía que ver únicamente con la edad …… algo más había detrás, algo que concienzudamente te encargaste de enmascarar para que nadie te pudiera desviar de la ruta que habías trazado.
Te estabas convirtiendo en un conocido desconocido, rehuías las aglomeraciones, en cambio recibías con los brazos abiertos a la soledad ; el binomio era de una solidez incontestable, hasta el punto de prácticamente necesitar la aprobación de tu silenciosa compañera, para cualquier acto que implicara rodearte de chicos y chicas los cuales, tenían unos ideales que para nada casaban contigo. En esos momentos en los que debías ser uno más, lejos de hacer un ejercicio de cohesión social, te limitabas a trabajar los sentidos de la vista y el oído ; a cada palabra que escuchabas, cada gesto que observabas, la figura del llanero solitario cobraba aún más fuerza.
El tiempo pasaba al mismo tiempo que tu personalidad iba cogiendo cada vez más forma y el distanciamiento con el resto de la sociedad, se agudizaba con el paso de los días ; en el domicilio, encontraste la fortaleza perfecta , y dentro de esa trinchera, tu gran afición por unos interminables puzzles, eran ingredientes más que suficientes para abstraerte del mundo en cuanto tenías ocasión.
Tus mayores, veían con preocupación como ese particular modo de afrontar el día a día, ya no era solo cuestión de la edad ; comenzaban a sopesar que algo más podría estar ocurriendo y se le estaba escapando del razonamiento. No tardaron mucho, en abordar el tema, tratando de indagar en un interior totalmente hermético.
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Hijo, nos tienes muy preocupados …. prácticamente no te relacionas con nadie , las horas libres te las pasas en casa con estos juegos de piezas, ¿ va todo bien ? -.
Unos segundos de silencio absoluto, dieron paso a respuesta tan corta como concisa.
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Si -.
Esa contestación no cumplió con las expectativas, el hecho de que no les dedicaras una mirada junto con aquella afirmación tan escueta, hizo que quisieran más ahondar en tu bienestar.
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¿ Seguro que estás bien? , sabes que nos puedes contar cualquier cosa sea lo que sea -.
Mientras colocabas con delicadeza una de las piezas en aquel enorme puzzle, un gesto sonriente acompañado de un tono conciliador, fueron elementos de peso para apaciguar la intriga de tus progenitores.
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No os preocupeis de verdad, estoy bien. Si hubiera alguna cosa que no funcionara como debiera, lo compartiría con vosotros, pero no es el caso -.
Esas palabras, portaban consigo las dos caras de la misma moneda ; por una parte, aplacaste la intriga paterna, sin embargo, sabías que el objetivo era únicamente ese, decir lo que querían escuchar y salir airoso del envite.
En uno de los trayectos que recorrías diariamente hacia tu casa una vez finalizada tu jornada estudiantil, un famélico e improvisado amigo se cruzó en tu camino; a poca distancia de llegar a tu particular santuario, un perro de tamaño mediano y un precioso pelaje negro, estaba atado a la cepa de un árbol mostrando signos evidentes de desnutrición. Te paraste justo enfrente y sacaste de la mochila un trozo de pan untado de crema de arándanos …… inclinaste levemente el cuerpo hacia el can, extendiendo la mano y dejando que el indefenso peludo se diera un buen y necesario festín. Tras varias muestras de afecto por ambas partes, proseguiste la marcha, n sin antes escuchar nuevamente los lamentos del pobre animal al ver partir a su benefactor.
Desconocías el motivo de sus sollozos, así que volviste sobre tus pasos, y liberaste al can de su esclavitud arbórea, tal vez así calmaría su congoja ; para tu sorpresa, comprobaste que, una vez separada la férrea cadena que lo unía al gigantesco árbol, tu agradecido compañero, recorrió junto a ti el mismo trayecto sin separarse ni un milímetro. Sus ojos marrones, los tenía clavados en todo cuanto hacías, …… ese pequeño gesto que tuviste anteriormente, era entendido como un agradecimiento eterno por, en cierto modo, devolverlo a la vida cuando estaba abandonado a su cruel suerte.En vista del éxito cosechado con tan generoa buena labor, decidiste presentar a tu nuevo y peludo amigo a la família con la esperanza de que lo aceptaran como uno más y poder darle una vida más digna de la que aparentemenre había llevado.
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¿ Donde demonios has encontrado este perro? -.
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Cuando he salido del instituto, tomé otro camino para volver a casa y me lo encontré atado a un árbol. Tengo la sensación que llevaba mucho tiempo allí, le di algo de comer y al soltarlo, se vino conmigo. Había pensado que, tal vez podría quedarse con nosotros -.
El can por su parte permanecía sentado, atendiendo perfectamente el debate que se había abierto en torno a su figura ; daba la impresión que, sabía perfectamente que lo que se estaba dirimiendo, era su futuro más próximo. En ese momento, la balanza de los pros y los contras, planeaba por el ambiente. Sin darte cuenta, habías puesto a tus mayores en la difícil papeleta de elegir entre ser juez o verdugo…… hacer frente a un gasto extra de semejante calibre, resultaba una losa demasiado pesada para las arcas familiares.
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La verdad es que es un perro precioso y parece muy dócil y obediente – dijo el hombre de la casa mientras se arrodillaba y arariciaba al animal. – Pero……. siento decirte que no nos lo podemos permitir ; esto conlleva un dinero bastante elevado , por no hablar de las atencions que necesita -. concluyó.
La esperanza inicial, fue aplastada por la decepción, la cual, aún teniendo argumentos sólidos, querías eevitar a toda costa. Echaste mano del último recurso, la bala que quedaba en la recámara fue directa al punto más fragil de tus progenitores, Sabías perfectamente donde dar la estocada, para que cualquier posible contraataque, fuera banal.
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Por el tema económico teneis toda la razón, pero yo me voy a ocupar de todas sus atenciones, no teneis que preocupros en ese aspecto. Si de verdad quereis verme feliz y contento, dadle una oportunidad -.
La jugada te salió a la perfección, cualquier atisbo de réplica, quedaba en mera palabrería cuando se trataba de la felicidad de un hijo. Tenías un as en la manga y no dudaste en usarlo cuando ibas camino de ser el perdedor de la contienda.
Todas las miradas estaban dirigidas a un animal, el cual, estaba caminando sobre un fino alambre entre el cielo y el infierno ; unos instantes de silencio absoluto, que dieron paso a la ansiada respuesta final ……. una contestación que culminó perfectamente el plan que previamente habías elaborado.
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No se todavía como lo haremos, pero se puede quedar……. eso si, tu vas a encargarte de el -.
En esoe momento, hubieras accedido a cualquier cosa que te pidieran con tal de lograr el objetivo; afortunadamente, no fueron necesarios tantos esfuerzos, aunque tu alegría era de tal calado, que habrías sido capaz de subir al edificio más alto de la ciudad para mostrarle al mundo a tu leal compañero. Pequeñas muestras de agradecimiento y promesas, dieron paso a mostrarle al nuevo inquilino todas las estancias del hogar mientras pensabas en otorgarle una identidad.
Boligrafo y Papel
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